Es uno de los productos tradicionales de la cocina chilena en otoño-invierno. Aquí te entregamos una alternativa con harina de avena y al horno.
No te vamos a mentir. Si bien esta receta es deliciosa y mucho más saludable, el sabor no es exactamente igual al de la sopaipilla tradicional. Aclarado ese punto, te contamos por qué hay que tratar de evitar las frituras y cuáles son los motivos para preferir la harina de avena.
Según Mauricio Ríos, nutricionista y docente de la Pontificia Universidad Católica de Chile, al calentar el aceite a altas temperaturas, tal como se hace al freír un alimento, se modifican las características del aceite vegetal, por lo que se convierte en grasas saturadas. Su exceso de consumo favorece la acumulación de colesterol en las arterias, lo que obviamente incrementa los riesgos de enfermedades cardiovasculares.
Además, el nutricionista aconseja utilizar harina de avena ya que este ingrediente ayuda a disminuir el colesterol malo y a elevar los niveles de colesterol bueno. Aporta proteínas y ayuda a controlar el malestar estomacal porque nivela el exceso de ácido gástrico, por lo que es altamente recomendable para las personas que sufren de acidez.
Por último, el zapallo, ingrediente principal de la sopaipilla, es un alimento bajo en sodio, por lo que ayuda a mantener a raya la hipertensión. Además, tiene acción diurética, antiinflamatoria y contiene pocas calorías. Todos estos beneficios dependerán de la cantidad que consumamos al día.
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Te invitamos a probar esta receta diferente y saludable.
Ingredientes:
- 1/2 taza de zapallo (cocido y triturado)
- 3 tazas de harina de avena (moler la avena en una picadora)
- 50 grs de manteca
- 1 cucharadita rasa de sal
- Aceite (para pincelar las sopaipillas)
Preparación:
Para empezar, pon a cocer un trozo de zapallo, una vez listo, muélelo o tritúralo para que quede una pasta y déjalo reservado en una taza. Como consejo, no botes el agua de la cocción porque más adelante la usarás en la mezcla de la masa.
Coloca los ingredientes secos (harina y sal) en un bol. Haz un hueco en el medio y añade la manteca a temperatura ambiente y comienza a mezclar todo, mientras vas agregando el zapallo de a poco. Añade una cucharada de agua tibia (la que reservaste previamente), para darle flexibilidad a la masa. Si te queda muy pegoteada, puedes agregar un poco más de harina, hasta que la masa se despegue de tus dedos. Precalienta el horno a fuego bajo.
Espolvorea harina en un mesón y comienza a uslerear. En este caso, como la preparación va al horno, trata de que la masa no quede tan delgada. Luego córtala con un vaso o taza, según la medida deseada, y pincela por ambos lados cada sopaipilla, con aceite vegetal. Luego ponlas sobre una bandeja previamente enmantequillada. Déjalas en el horno a fuego bajo alrededor de 20 a 25 minutos. ¡Sorprenderás a tu familia con el resultado!