La falta de información, diagnósticos tardíos y que hoy no sea una patología mortal, produjo un relajo en las conductas de riesgo y un aumento explosivo del virus. El Dr. Alejandro Afani, director del Centro de VIH del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, entrega información para prevenir y disminuir la transmisión de este virus.
Entre el 2010 y 2017 prácticamente se duplicó el número de casos de personas con VIH en nuestro país, lo que ha ido progresivamente aumentando con el tiempo, 2.968 nuevos casos en 2010 y 5.816 nuevos casos en 2017 y 6.948 en 2018. Una epidemia que, además, se ha ido concentrando en población joven, especialmente hombres que tienen sexo con hombres de entre 15 a 29 años.
Se trata del virus de la inmunodeficiencia humana que daña el sistema inmune mediante la destrucción de linfocitos T, un tipo de glóbulos blancos que combaten las infecciones. Y si bien la tendencia mundial de nuevos casos de VIH es a la baja, Chile es uno de los países de Latinoamérica que ha ido en la línea contraria desde 2010.
Este aumento explosivo de casos, a juicio del Dr. Alejandro Afani, ocurre por varias razones. “No se han realizado campañas efectivas, orientadas a revertir esta tendencia a través del tiempo, solo se ha priorizado las enfermedades crónicas no transmisibles. Además, en nuestro país no existe un plan de educación sexual en los colegios, sumado a esto, el que hoy el VIH no sea una patología mortal, hace que se produzca un relajo en las conductas de riesgo para adquirir el virus. Esto se refleja en que los jóvenes prácticamente no usan preservativos -ya que más bien los asocian con la prevención del embarazo- y también en el incremento de otras enfermedades de transmisión sexual (ETS), como la sífilis y la gonorrea”, explica.
El especialista agrega que existe una brecha importante entre las personas que están diagnosticadas y siguen un tratamiento versus las que viven con el virus, pero desconocen su diagnóstico y lo transmiten. “La forma que tiene una persona de saber si adquirió el virus es mediante el test Elisa o test rápido, que aunque se ha facilitado el acceso, sigue siendo engorroso y no se han hecho estrategias focalizadas, dirigidas en poblaciones clave. La mayoría de los países de Europa occidental que tienen controlado este problema, facilitaron el acceso al test rápido; lo llevaron a colegios, universidades, bares y discotecas. Hubo una estrategia de focalización en la búsqueda, como ha sido en Francia, Suecia y Reino Unido entre otros”, afirma.
El inmunólogo señala que, a los factores anteriores, se suma la desinformación que existe, especialmente en los jóvenes, sobre el VIH y las ETS, en cuanto a cómo se transmiten y previenen. “Ahí está el origen del problema: la importancia de la educación sexual estructurada en etapas precoces de la enseñanza. No será inmediato. Una vez que se instaure, recién se visualizará el cambio en décadas”, asegura.
Cómo prevenir el contagio de VIH
- Tener conocimiento e informarse sobre cuáles son y cómo se previenen las enfermedades de transmisión sexual. Tener una buena educación sexual es fundamental a la hora de tomar decisiones de manera informada.
- Diagnóstico rápido y oportuno. “Hacerse el test de manera rutinaria. En Chile, más de un 30% de personas llegan tarde al diagnóstico debido a que es asintomática por más de 5 a 7 años en general antes que aparezcan síntomas o infecciones propios de la inmunodeficiencia, por lo que siguen transmitiendo el virus. Por tanto, no hay que esperar a tener síntomas para hacerse el examen. Además, un paciente recién infectado que se trata a tiempo puede evolucionar teniendo una vida normal; no así quien tiene la enfermedad ya avanzada, ya que se le puede deteriorar su sistema inmunológico de manera irreversible”, señala.
- Mayor uso del PrEP, que es el uso de medicamentos como profilaxis preexposición. “Hoy está científicamente demostrado que el uso de estos medicamentos, en personas con conductas de alto riesgo, se reduce la posibilidad de adquirir el virus en más de un 90, 95%”, asegura el especialista.
- Usar preservativo que, combinado con PeEP (medicamentos para profilaxis post exposición) es una excelente estrategia de prevención, ya que este último protege de VIH pero no de ETS como la hepatitis B, sífilis o gonorrea.
- Hacer educación y consejería a la gente joven, además de salir a buscar el diagnóstico y promover el test rápido y autotest para hacer el diagnóstico lo más precoz posible.
No te expongas ni expongas a tus parejas a contraer VIH u otras enfermedades de transmisión sexual. Usa preservativo siempre e incorpora el test de VIH dentro de tus exámenes de rutina.