Récord en el desarrollo de vacunas contra Covid-19: Usualmente el desarrollo de las inmunizaciones tarda varios años. El Dr. Miguel O´Ryan, infectólogo del Instituto Biomédico de la U. de Chile, explica por qué ha sido tan rápida -y a la vez segura para la población- la creación de las vacunas contra el Covid-19.
Ya llevamos 10 meses de pandemia que trajo consigo innumerables cambios en nuestro diario vivir. Entre ellas, largas cuarentenas, integración de nuevos y estrictos hábitos de higiene, implementación de teletrabajo e incorporación de un sinfín de medidas para evitar el contacto entre las personas. Mientras esto ocurre, investigadores de diferentes países del mundo se focalizaron en un solo objetivo: encontrar la vacuna que nos haga inmune al virus Sars-Cov-2, responsable del Covid-19. Cosa que se logró en tiempo récord.
Ante la duda sobre la eficacia y seguridad de las vacunas, que algunas personas puedan tener dado el corto tiempo en que se desarrolló, el Dr. Miguel O´Ryan, Director de Relaciones Internacionales de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, miembro de la Academia Chilena de Medicina y ex integrante de la Mesa Covid-19, explica: “Efectivamente ha sido extraordinariamente rápida la producción de vacunas para lo que tradicionalmente es el desarrollo de éstas. Ese es uno de los aspectos destacadísimos de esta pandemia porque, gracias a la concentración de los diversos talentos humanos, prácticamente todas las capacidades de los laboratorios del mundo han estado puestas en el desarrollo de esta vacuna y eso es una multiplicación de esfuerzos inéditos que ha hecho que todo sea mucho más rápido”.
El infectólogo de la Universidad de Chile agrega que los procesos regulatorios y burocráticos también se lograron acortar, dada la urgencia de contar con una vacuna lo antes posible. Y, un tema sumamente importante, es que por primera vez se contó con una cantidad extraordinaria de recursos económicos, lo que también permitió progresos más rápidos.
“Gracias a que muchos más recursos están puestos sobre la mesa, se pudo avanzar de manera paralela en los procesos de producción a medida que progresaban los ensayos clínicos. Todo eso ha permitido abreviar pasos de manera notable”, destaca.
Otro de los factores que ha incidido favorablemente, es la cantidad de voluntarios que se logró reclutar en un corto periodo de tiempo. En tres meses, los diferentes estudios han enrolado a aproximadamente 30-40.000 personas de todo el mundo, lo que también ha sido un récord ya que, en general, esa cantidad se puede lograr en dos años. “Previo a los ensayos clínicos en personas, se realizó estudios de seguridad en animales, usando modelos ya conocidos, que minimizan los riesgos, por lo tanto, estas miles de personas que participaron en tan corto plazo, lo hicieron con alto nivel de seguridad. “Sin duda, fue una gran ayuda”, acota el Dr. O´Ryan.
Qué contienen las vacunas
Existen diferentes tipos de vacunas contra el Covid-19 y todas persiguen un objetivo común: estimular al sistema inmune para que el cuerpo responda rápidamente al enfrentarse al microorganismo. Esto puede ser a través de la inoculación de una proteína o antígeno del coronavirus, mediante el virus inactivado para que produzca anticuerpos o, en el caso de las vacunas génicas, que hacen que nuestras propias células fabriquen la proteína espiga del virus.
Qué vacunas están llegando a Chile
Según el Dr. O´Ryan, el Estado de Chile ha hecho las siguientes provisiones de vacunas:
- Pfizer: Elaborada en base a un ARN que sintetiza la proteína. Hasta el momento, ya se ha inoculado a un porcentaje del personal de salud con esta vacuna.
- Sinovac: Elaborada en base a una estructura viral inactivada.
- Astrazéneca: Usa un vector viral para introducir el genoma de la proteína espiga a nuestras células, y con ello lograr la inmunidad.
- Janssen: También usa un vector viral para introducir el genoma de la proteína espiga.
Además, el infectólogo agrega que en Chile se están haciendo ensayos clínicos de la vacuna correspondiente a la empresa chino-canadiense CanSino Biologics, la que también usa un vector viral para introducir el gen de la proteína espiga. Las pruebas se están realizando en Santiago y el sur de Chile, lideradas por la Universidad de la Frontera (UFRO).
“Por último, es importante destacar que las vacunas deberán ser aprobadas para su uso en los distintos países, incluido Chile. Serán revisadas por comités independientes compuestos por expertos quienes podrán determinar que los ensayos clínicos -que es la forma en que se comprueba la eficacia de las vacunas- cumplan los estándares necesarios para asegurar un nivel de eficacia y seguridad más que aceptable. Y eso se está cumpliendo”, sostiene el Dr. Miguel O´Ryan.
Como ves, las vacunas son seguras y serán el gran paso para ir dejando atrás esta pandemia.
