Los niños han resultado más resistentes a enfermarse de Covid-19 y, en el caso de contagiarse, los síntomas que presentan suelen ser más leves comparado a los adultos. Aun así, no hay que minimizar los riesgos, aconseja el Dr. Francisco Moraga, subjefe de Pediatría del Hospital San Borja Arriarán.
Como aún no se conoce completamente las características del comportamiento del nuevo coronavirus, no existe total claridad de los motivos por los cuales los niños desarrollan menos síntomas. Sin embargo, el Dr. Francisco Moraga, subjefe de Pediatría del Hospital San Borja Arriarán y ex presidente de la Sociedad Chilena de Pediatría, lo atribuye, por una parte, a que el sistema respiratorio de los menores no está completamente maduro hasta edades bien avanzadas, lo que hace que gran parte de los receptores que el virus necesita para adherirse a las células -como paso previo a invadirlas-, estén en cantidades menores a los necesarios para gatillar una enfermedad más grave. Por otro lado, la restricción de desplazamiento ha afectado más a los niños, por tanto, su exposición a cargas virales mayores ha sido menor.
Adicionalmente, el sistema inmune de los niños está aún en desarrollo, por lo que gran parte de las manifestaciones graves del virus, que son fenómenos de inmunidad desbalanceada y respuestas inmunológicas exageradas, no se presentan con la misma frecuencia que en adultos. “Esto ocurre porque una vez que las células que forman parte del sistema inmune se activan, producen una serie de sustancias (citoquinas, inmunoglobulinas) que colaboran entre sí para destruir los gérmenes. Tras un período de activación, estas células del sistema inmune deben desactivarse, debido a que, si siguen produciendo estas sustancias más allá del tiempo necesario, pueden provocar daño a nuestros propios órganos, lo que ocurre más frecuente en los adultos que en los pequeños. La leche materna es crucial para hacer más eficiente nuestra inmunidad y éste puede ser uno de los mecanismos por los cuales la enfermedad puede ser más grave en las personas mayores”, señala el profesional.
El especialista afirma que la combinación de estas teorías puede explicar el por qué los niños presentan manifestaciones menos graves de este virus. Eso sí, el profesional advierte que no se debe minimizar los riesgos, ya que ha habido casos muy graves y también fallecimientos por Covid-19 en la población pediátrica. En esta línea, agrega que -en el caso de los lactantes- la leche materna contiene numerosos componentes que favorecen una respuesta inmune apropiada y podría ser un elemento adicional a considerar, para explicar la menor gravedad que presentan los bebés afectados.
¿Qué niños son más propensos a contagiarse?
Dentro de la población infantil, los más propensos a enfermarse ante cualquier infección, son los niños que presentan condiciones asociadas al nacimiento prematuro; aquellos con algún problema crónico de salud (por ejemplo, patologías cardíacas, renales, pulmonares crónicos, problemas neurológicos, trasplantados o en tratamientos de cáncer), ausencia de lactancia, desnutrición, obesidad e inmunodeficiencias.
En cuanto a las secuelas que puede dejar el Covid-19 en los menores, éstas dependerán de cada caso. “Los efectos en los niños que han tenido afecciones graves los veremos en un futuro no muy lejano. Con casos graves me refiero a cuadros que presentan formas como Kawasaki-like (inflamación en los vasos sanguíneos de todo el cuerpo), PIMS (Inflamación multisistémica pediátrica asociada a Covid) o RITAC (Respuesta inmune trombótica asociada a Covid), en que puede presentarse dilataciones o aneurismas vasculares y con el tiempo, generar procesos de afectación miocárdica o en otros órganos. En cuanto a las secuelas respiratorias, éstas deberían ser más transitorias debido al potencial de crecimiento que aún tienen los órganos en desarrollo”, puntualiza.
Entonces, aunque los niños presentan menos gravedad si se contagian de Covid, no hay que minimizar los riesgos, por lo que te aconsejamos extremar los cuidados y la exposición para evitar infectarse.
