Apoyo, cuidados, contención, ayudar a que la persona consulte un especialista y mantenga una dieta saludable. Estas son algunas de las recomendaciones que nos entrega la sicóloga de la Sociedad Chilena de Salud Mental, Teresa Urriola, para ayudar a quienes suelen deprimirse en esta estación del año.
En primavera, la mayoría de las personas se vuelven más activas, hay más hora de luz, el clima está más agradable; sin embargo, hay quienes no logran integrarse, se sienten solos, tristes, pesimistas, con falta de energía, de apetito y pérdida de interés. Estos síntomas son leves al principio y, en algunos casos, se agravan en la medida que avanza la estación.
“Este trastorno afectivo estacional de primavera suele afectar más a mujeres que hombres, entre los 20 y 35 años”, asegura Teresa Urriola, directora de la Sociedad Chilena de Salud Mental.
El Trastorno Afectivo Estacional se produce con mayor frecuencia en climas donde hay menos luz solar en determinadas épocas del año. Es un tipo de depresión que suele comenzar y finalizar en la misma época cada año, donde la persona muestra desgano, tristeza, menos energía, irritabilidad, mal humor y, por lo mismo, disminuye el contacto social. Sin embargo, también podemos enfrentarnos a estos cambios de ánimo en primavera o comienzo del verano, por lo que es necesario realizar una evaluación minuciosa, dado que los síntomas son similares a la depresión.
Factores de Riesgos
- Familiares con trastornos afectivos.
- Antecedentes depresión o trastorno bipolar.
- Vivir en lugares donde la luz solar es más escasa en determinadas épocas del año.
Según la especialista, la mejor manera de enfrentar este riesgo es la prevención y actuar a tiempo. “Para quienes tienen un diagnóstico previo de trastorno del ánimo, es muy importante mantenerse en control regular. El tratamiento es fundamental, para ello hay que consultar a un profesional de salud mental, con el fin de realizar un diagnóstico inicial y generar las primeras intervenciones. Éstas dependerán de la gravedad de los síntomas y el tiempo de evolución del trastorno”.
¿Cómo ayudar?
La detección precoz de los síntomas es esencial junto con el apoyo y cuidado de los familiares y cercanos, a quienes se les recomienda:
- Estar alerta a cambios en el comportamiento, actitudes o reacciones que sean diferentes a lo que se observa de manera cotidiana, ánimo bajo, pena, sentimiento de soledad, alteraciones en el apetito y peso, entre otras.
- Ayudar a que la persona consulte con un especialista en el área de la salud mental, para realizar una primera evaluación y comenzar con el tratamiento donde se podrá requerir incorporar medicamentos.
- Colaborar en que el afectado mantenga una dieta saludable: alimentos que permitan la producción de melatonina, serotonina, vitamina D. “A modo general, recomiendo evitar cualquier tipo de excesos, compartir con cercanos lo que le sucede, consultar a psicólogo o profesional de la salud mental, cuidar los hábitos del buen dormir, incorporar alguna actividad deportiva, ejercicio físico, recreativa, social y de interés”, aconseja la psicóloga.
Ya lo sabes, si tienes a algún amigo o pariente cuyo ánimo decaiga en esta época, escúchalo, acompáñalo y motívalo para que consulte con un especialista.