La respuesta es sí. La sugerencia es aprovechar los rayos de sol que se cuelan por la ventana, balcón o patio, alrededor de 15 minutos, 3 veces a la semana. Las personas mayores, además, debieran suplementarse. Revisa más consejos acá.
Quedarse en casa implica, necesariamente, tomar menos sol. Esto puede redundar en un déficit de vitamina D, hormona esencial para la salud ósea ya que su principal función es la absorción de calcio y fósforo a nivel intestinal lo que permite renovar el tejido óseo, además de una adecuada mineralización.
La falta de esta vitamina no produce síntomas, por lo tanto, las consecuencias negativas se van generando de manera silenciosa. La exposición a la luz ultravioleta, principalmente a los rayos UVB generados por el sol, es la que aporta el 90% de vitamina D que producimos o sintetizamos.
“La cuarentena va a exacerbar este déficit en la población más vulnerable o con bajos depósitos de vitamina D previos al confinamiento, tales como adultos mayores, mujeres posmenopáusicas, personas con osteoporosis u otras enfermedades crónicas, como síndrome de malabsorción, enfermedades que afectan al riñón o hígado y pacientes obesos, entre otros”, señala la Dra. Marcela Barberán, endocrinóloga del Hospital Clínico de la Universidad de Chile y de Clínica Las Condes.
La Dra. Barberán agrega que cuando existe deficiencia de vitamina D se puede producir osteomalacia, que es una alteración de la calidad de los huesos y también se asocia con la aceleración de la pérdida ósea, lo que genera serios problemas, especialmente en los adultos mayores.
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Recomendaciones
La principal recomendación para niños y adultos jóvenes que no son población de riesgo de déficit de esta vitamina, es exponer alguna zona del cuerpo al sol, de preferencia cara o brazos, alrededor de 15 minutos, tres veces a la semana, entre las 10:00 Am a 15:00 hrs. En esta época del año, tomar sol en ese horario – y durante ese periodo de tiempo- que es cuando se produce mayor síntesis que nos permite absorber más radiación solar, no representa riesgo para las personas sin patologías cutáneas.
En tanto, a las personas de la tercera edad y demás poblaciones de riesgo por falta de vitamina D, se les aconseja la suplementación de esta hormona. “A los adultos mayores se les recomienda dosis desde 800 – 2000 UI (unidades internacionales) al día, pero podrían requerir en este contexto de cuarentena dosis más elevadas, y a los menores de 70 años sanos, 600 UI día”, precisa la Dra. Barberán.
De acuerdo a lo señalado por la profesional, los riesgos de suplementarse son mínimos a las dosis recomendadas, por lo tanto, no deberían producir reacciones adversas. “Una persona que pertenece al grupo de riesgo y que nunca ha sido suplementada con vitamina D, puede comenzar con las dosis descritas. Lo óptimo sería que pueda ir a control con el especialista para que evalúe la dosis necesaria y el tiempo de suplementación”, indica.
La endocrinóloga añade que se ha demostrado que el consumo diario de vitamina D ayuda a disminuir el riesgo de fracturas, no vertebrales y de cadera, casi en un 20%.
Por último, la Dra. Barberán señala que los alimentos son limitados como fuente de vitamina D. “Sin embargo, se ha descrito su aporte en aquellos productos aceitosos como salmón, sardina o hígado, es decir, en productos que no son de consumo cotidiano”, finaliza.
Si no perteneces a la población de riesgo, recuerda tomar tu dosis diaria de sol. En caso de que seas del grupo vulnerable, la suplementación puede ser tu gran aliada.