Despedirse de las carnes rojas para siempre, puede ser muy difícil para algunos. La buena noticia es que existen cortes que no son perjudiciales para la salud. Mauricio Ríos, nutricionista y académico de la Universidad Católica, explica cuáles son buenos y cuáles debieras evitar.
¿Carnes rojas o carnes blancas? Siempre hemos escuchado que las rojas contienen más colesterol que las blancas, lo cual es cierto. Sin embargo, para que las comparaciones sean en igualdad de condiciones, hay que tomar en cuenta un elemento que la mayoría desconoce: el tipo de corte. Los trozos con más grasas son los que obviamente contienen más colesterol, por lo que la sugerencia es optar por opciones magras
En relación a las carnes blancas, no todas son 100% saludables. Incluso ciertos cortes del pollo aportan altos niveles de colesterol. Así lo asegura el nutricionista Mauricio Ríos, quien afirma que, por ejemplo, el trutro de pollo con piel tiene, incluso, niveles más altos de colesterol que la pulpa de cerdo o el lomo liso de vacuno.
Cortes que aportan menos colesterol
En carnes rojas:
- Lomo liso
- Posta negra
- Tapapecho
En carnes blancas:
- Pechuga de pollo (o filetitos de pechuga trozada)
- Pulpa de cerdo
¿Qué cortes debemos evitar?
Aunque el nutricionista aclara que no se trata de eliminar por completo la ingesta de todos los productos que describiremos a continuación, sino de moderar el consumo a una frecuencia máxima de una vez por semana y siempre en un horario acotado. “Ojalá sólo durante el almuerzo”, señala el profesional.
En carnes rojas:
- Posta rosada
- Lomo vetado
- Sobrecostilla
- Pollo ganso
- Posta paleta
- Cerdo (chuleta de centro)
- Chunchules
- Interiores como hígado y panitas. “Salvo que el nutricionista le recomiende a un determinado paciente el consumo de estos productos, lo que dependerá de cada caso, porque son alimentos que aportan hierro”, acota Ríos.
En carnes blancas:
- Trutro de pollo
Otros alimentos cuyo consumo debieras disminuir
- Quesos
- Mayonesa
- Embutidos (como vienesas, longanizas, salchichones, paté, mortadelas y en general todo tipo de cecinas que no provengan de cortes magros)
- Mantequilla (doblemente peligrosa por su alto aporte de colesterol y sodio).
¿Y el huevo, es bueno o malo?
Los recientes estudios internacionales demuestran que el consumo de huevo es muy positivo para la salud porque se trata de una proteína muy completa. Sin embargo, como en todo orden de cosas, comerlos en exceso también puede incrementar los niveles de colesterol y, finalmente, ser más un perjuicio que un aporte para la salud.
Al respecto, Mauricio Ríos comenta que la porción ideal para un adulto es de uno o dos huevos al día, que incluye las preparaciones de ciertas recetas, como tortillas, budines, entre otros. Del mismo modo, hay que evitar cocinarlos con aceite o añadirle cualquier otro tipo de lípidos, pues esto supone incrementar exponencialmente la cantidad de colesterol por cada porción de huevo consumida.
Recuerda elegir productos saludables y a la hora de cocinarlos, evita las preparaciones que aporten altas concentraciones de aceites u otros lípidos.