Frente al estrés, los menores pueden presentar cambios en su comportamiento y mostrarse más nerviosos e irritables. Mantener horarios, fomentar el desarrollo de estrategias y actividad física, son algunas de las recomendaciones de la psiquiatra Muriel Halpern, para que los más pequeños enfrenten este período en casa.
Si bien el confinamiento en casa es muy necesario para cuidarnos y aplanar la curva de contagios de Covid-19, no es una situación normal, por lo que niños y adolescentes pueden experimentar variadas emociones, que van desde el miedo por lo que puede pasar, rabia por el encierro, incertidumbre por los constantes cambios, angustia, aburrimiento, estrés, entre otras.
En este contexto, los padres o quienes estén a cargo de los menores cumplen un rol fundamental en modular el comportamiento de ellos en este período, asegura la Dra. Muriel Halpern, psiquiatra infantil y del adolescente de la Clínica psiquiátrica de la Universidad de Chile. “Dado que estamos en cuarentena y aislamiento social, habiéndose cortado el contacto físico con sus pares y escuelas, el ambiente inmediato para los niños hoy son su familia, por tanto, hoy el desafío de los padres es guiarlos, involucrarse y acompañar, tanto para sostener el presente, como para enfrentar el futuro”, sostiene.
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En este contexto, la especialista recomienda que los niños que están en tratamientos de salud mental previos, ya sea por déficit atencional, trastornos por ansiedad o trastornos depresivos, continúen con ellos para no aumentar la sintomatología en este tiempo. Y frente a nuevos problemas que pueden surgir, aconseja a los padres estar atentos a las reacciones y cambios en el comportamiento que sus hijos pueden presentar frente al estrés, como problemas de atención y concentración para estudiar on line, agobio porque se atrasan en la entrega de trabajos, que puede manifestarse con nerviosismo, inquietud, mayor irritabilidad y quejas de que están aburridos.
“Hay estudios recientes en España e Italia que indican que los niños están presentando, además, más quejas de que se sienten solos y cuando aparecen esos sentimientos, hay que estar muy alerta por el riesgo de que sean un predecesor de síntomas depresivos. Muchas familias están presentando en estos momentos problemas económicos, los padres están más estresados, lo que puede traducirse en mayor irritabilidad, menor tolerancia y aislamiento, que los puede llevar a una falta de presencia y de supervisión hacia los pequeños”, advierte la psiquiatra.
¿Cómo ayudar y contener?
Como aún no está claro que tan circunstancial y pasajera será esta epidemia, lo principal es cuidar tanto la salud mental como física de los más pequeños, considerando que han dejado de hacer actividad física y con patrones de alimentación y sueño que no son los óptimos. Frente al contexto señalado, las recomendaciones para enfrentar de la mejor manera el confinamiento en casa, son:
- Mantener horarios habituales de la etapa escolar, acostarse y levantarse temprano. “Muchos colegios han retrasado el inicio de clases a las 10-11am, lo que no solo retrasa la hora de acostarse, sino que se pierde el ciclo biológico del sueño”.
- Promover la actividad física en la rutina diaria. “Antes las recomendaciones eran 30 minutos, 3 veces a la semana de actividad física; ahora son 60 minutos diarios de ejercicios moderados y vigorosos, con el fin de evitar incidencias de enfermedades crónicas”.
- Mantener una comunicación honesta entre padres e hijos, validando al menor en todos sus momentos, desde estar asustado por su salud y la de su entorno. Hablar con la verdad y estar alerta a las fake news que pueden surgir para evitar incertidumbres que es el gran estresor en la actualidad.
- Transmitir seguridad y protección a los menores. “El rol fundamental que vamos a tener como padres es preparar a nuestros hijos. Cómo resistir en el aquí y ahora, en el presente y desarrollar con ellos capacidades de autorregulación, que tengan autodisciplina, reforzando hábitos de sueño, de estudios, de actividad física y de alimentación”.
- En cuanto a las exigencias escolares, no olvidar que estamos en una situación de anormalidad, por tanto, se debe promover el hacer lo que se pueda. Hay que preparar a los niños tanto en el presente como en su vuelta al colegio.
- No tratar de que estén entretenidos todo el tiempo. “No siempre vas a estar ocupado ni lo vas a pasar bien todo el día; hay que enseñarles a tolerar el aburrimiento, porque tiene que ver con la frustración. El desafío es volver a conectarse con las cosas más sencillas y simples”.
- Fomentar a que los niños desarrollen estrategias y encuentren herramientas para solucionar sus problemas, con el soporte y ayuda de los adultos.
- Cuando los padres se vean superados, agobiados, se sientan irritables o más agresivos en el trato hacia sus hijos, estar alerta y pedir ayuda.