La hiperhidrosis es el exceso de sudoración corporal que ocasiona trastornos funcionales y emocionales, y que puede llegar incluso a alterar la actividad profesional o social de las personas que la padecen. Puede ser localizada o generalizada, siendo lo más común la que se presenta en las axilas, en las palmas de las manos y en la planta de los pies.
La hiperhidrosis más frecuente es la denominada primaria, cuya causa médica es desconocida, aunque se estima que tiene un componente hereditario, ya que suele darse en varios miembros de una familia. También está la hiperhidrosis secundaria, cuya sudoración excesiva se debe a alguna enfermedad, como hipertiroidismo, tumores malignos, enfermedades neurológicas, diabetes, infecciones, entre otras. “En ambos casos, la sudoración exagerada se acentúa con el stress, exposición al sol, ejercicios, comidas; la que puede llegar a ser invalidante socialmente. La persona puede gotear las manos, ensuciar la ropa e, incluso, expeler mal olor”, explica el Dr. Rodrigo de la Parra, dermatólogo del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.
Según el especialista esta patología puede afectar a cualquier edad sin diferencia por sexo, aunque suele darse más en gente joven y activa.
Conoce las Ofertas de productos y se parte del Club Cruz Verde.
Tratamientos
El tratamiento apunta a medidas generales como no usar ropa sintética, evitar lugares calurosos, bajar el estrés, la tensión y ansiedad.
“Además, existen medicamentos como los anticolinérgicos que disminuyen el problema y el uso de antisudorales locales con sales de aluminio de diversa concentración. En casos muy severos se usa botox local cada 6 meses o una cirugía con simpatectomía (que secciona y aísla los ganglios simpáticos, responsables de estimular la producción de sudor). Estos últimos procedimientos son más invasivos y costosos, y tienen algunos efectos colaterales, como sudoración compensatoria en otras zonas no tratadas. La iontoforesis también puede ser útil y consiste en microdescargas eléctricas que adormecen la glándula sudorípara de manos y pies; acción que debe repetirse periódicamente”, indica el dermatólogo.
Claves para mantener la sudoración a raya
- Elige telas naturales como algodón o seda, que permiten que la piel respire.
- Mantén un ambiente en casa o en el trabajo fresco y ventilado.
- Evita el consumo de café, té, tabaco, alcohol y comidas condimentadas y picantes.
- Mantén una buena higiene corporal, ya que ayuda a controlar la cantidad de bacterias de la piel.
- Usa zapatos y calcetines hechos con materiales naturales para una buena respiración de los pies.
- Practica técnicas de relajación como yoga, meditación, pilates, para ayudar a controlar el estrés.
Sigue estos prácticos consejos y mantén a raya ese incómodo exceso de sudor.