Dividir de manera equilibrada las responsabilidades entre la pareja o con algún familiar, establecer acuerdos con los hijos y no ser tan rígidos en los roles, son algunas de las recomendaciones para sobrellevar de mejor manera las distintas labores en etapa de confinamiento.
Trabajar en el hogar representa en tiempos de pandemia una gran ventaja, ya que disminuyen los riesgos de contagio y promete una mejor conciliación entre trabajo y familia. Permite, además, mayor flexibilidad temporal. Sin embargo, es importante establecer una estructura de tiempos de trabajo para un buen funcionamiento personal y familiar durante el confinamiento en el hogar.
Una situación que, sin duda, requiere de ciertas condiciones. Como mínimo se necesita un espacio para el desempeño del teletrabajo, la ausencia de ruido y un cierto respeto hacia este aislamiento. Junto con ello y a pesar de los importantes avances en materia de igualdad de género, aún existen labores que continúan recayendo en su mayoría sobre las mujeres, que les puede hacer más difícil organizarse entre sus diversas funciones.
Conoce las Ofertas de productos y se parte del Club Cruz Verde.
“Las recientes encuestas y lo que se pesquisa en las consultas es que las mujeres son más afectadas por la sobrecarga laboral que le provoca el teletrabajar, donde muchas veces compatibilizan el tiempo de teletrabajo con las labores domésticas, el seguimiento escolar de sus hijos y la coordinación con los demás integrantes del hogar que también realizan teletrabajo, por lo que muchas veces sienten que trabajan más que en tiempos normales de oficina”, explica Freddy Meneses, psicólogo clínico de Cetep.
¿Cómo organizarnos de la mejor manera?
Para que sea una buena experiencia este período de confinamiento familiar y sobrellevar de la mejor manera el teletrabajo junto con las labores domésticas y el cuidado de los hijos, el especialista recomienda:
- Dividir de manera equilibrada los roles y responsabilidades al interior de la familia.
- Organizarse en cuanto a quién cocina, quién lava los platos, quién ordena, quién realiza seguimiento escolar de sus hijos, quién se ocupa de las compras, entre otros. Lo ideal es que las personas puedan turnarse, dejar como roles fijos ciertas tareas de acuerdo a las competencias de cada uno y generar roles de apoyo a algunos quehaceres conjuntos.
- Se recomienda no ser radicales o rigidizarse en la otorgación de roles. “Para ello, es necesario llegar a acuerdos conjuntos según percepción de desbalance de carga. Asimismo, se pueden equilibrar los roles en base a las preferencias o gustos personales, así se ejercerá el rol con satisfacción y no como una carga”, sugiere el psicólogo.
- Establecer acuerdos con los niños y adolescentes, donde se puedan crear códigos de trabajo para evitar requerimientos domésticos que interfieran en el foco de trabajo. “Por ejemplo, si la puerta está abierta, los niños pueden entrar, hablar, solicitar algo o jugar; si la puerta está medio abierta, pueden tocar para ver si pueden hablar, solicitar algo o jugar, y si está cerrada, no deben tocar a excepción de que sea una emergencia. Esto puede aplicarse solo en el caso de que haya más de un adulto que puede cuidar a los niños en casa o si los hijos son adolescentes”.
- También se puede dar roles esporádicos a los hijos adolescentes en relación a sus hermanos más pequeños.
Entendimiento, organización familiar y distribución equilibrada de roles son, sin duda, fundamentales para sobrellevar de mejor manera las distintas labores en esta etapa de confinamiento.